La ponencia tiene el propósito de abonar en la reflexión sobre el populismo y la polarización afectiva, desde la teoría de sistemas sociales de Niklas Luhmann. Se entiende el populismo no meramente como una ideología o estilo de liderazgo, sino como una estrategia comunicativa que reconfigura los acoplamientos estructurales entre el sistema político, los medios de comunicación y la opinión pública
Una política populista pretende instaurar una comunicación directa entre líder y el pueblo, haciendo uso de formas simbólicas de comunicación que son reforzadas por los nuevos medios de comunicación de masa y los medios digitales, con lo cual emergen nuevos acoplamientos estructurales con la opinión pública, en cuya esfera resuenan los discursos de polarización afectiva utilizados por líderes políticos.
El presupuesto es que en contextos donde el populismo se consolida como forma de gobierno, los líderes populistas reconfiguran la comunicación política a través de una codificación afectiva de la representación, generando acoplamientos estructurales que intensifican la resonancia emocional con sus audiencias y debilitan las mediaciones institucionales, lo cual atenta contra los principios deliberativos de la democracia liberal.
A partir de una metodología de tipo cualitativo-comparada, se analizan tres estudios de caso: Turquía bajo Recep Tayyip Erdoğan, Venezuela encabezada por Hugo Chávez y Ecuador por Rafael Correa. Se seleccionan porque permiten observar cómo diferentes liderazgos populistas, con marcadas estrategias de inclusión simbólica y exclusión política, han impulsado configuraciones comunicativas que transforman el disenso político en antagonismo moral.