El inicio del segundo mandato del gobierno de Donald Trump ha traído nuevos desafíos para el mundo, en lo general, y para América Latina, en lo particular. No solo, los países latinoamericanos enfrentan retos para el comercio internacional ante la guerra de los aranceles, un nuevo proteccionismo y las reconfiguraciones geopolíticas globales, sino ante los problemas estructurales que han estado presentes: la migración, la desigualdad, la formación de recursos humanos, el combate contra el crimen organizado, entre otros.
La relación bilateral de las principales naciones latinoamericanas no luce el mejor el de los momentos, pese haber celebrado su 190 aniversario, el acontecimiento pasó sin luces ni sombras en las sociedades de ambos países. Tampoco ambos países se encuentran hoy en día distanciados, sino que la identificación ideológica de ambos gobiernos les permite, en el discurso, mostrar cierto acercamiento.
Este trabajo coloca como objetivo principal analizar la relación bilateral, a partir del primer periodo del gobierno de Trump, para colocar énfasis en los ámbitos de cooperación que pueden potencializar un mejor frente para los dos países, pero también para la región latinoamericana. El trabajo realiza un recorrido histórico desde la apertura de ambas economías, para identificar los instrumentos institucionales de comercio que han determinado un camino cómodo y sin compromisos de fondo para la relación bilateral. Enseguida, se analizan los factores que representan el mayor desafío para las naciones latinoamericanas durante la era Trump y, finalmente, los espacios de oportunidad que puede potencializar una mayor cooperación entre Brasil y México.