Este panel examina cómo las crisis ambientales, energéticas y territoriales se entrelazan con lógicas de poder, control y violencia en el orden internacional contemporáneo. Desde una perspectiva crítica e interdisciplinaria, se analizan los efectos de la industria militar, la vulnerabilidad energética, la escasez de recursos hídricos y la instrumentalización política de los megaeventos deportivos. Las ponencias permiten identificar cómo estos fenómenos refuerzan desigualdades estructurales, generan desplazamientos forzados, profundizan la violencia estatal y consolidan dispositivos biopolíticos que moldean cuerpos, territorios y narrativas. En conjunto, el panel ofrece una reflexión sobre los límites del modelo de desarrollo dominante y la urgencia de repensar la cooperación internacional desde una perspectiva de justicia ambiental, derechos humanos y sostenibilidad.
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La guerra nos cuesta un mundo: la industria militar como catalizadora de la crisis medioambiental
Mtro. Marco Antonio Rivera Molina
Centro de Relaciones Internacionales, FCPyS,UNAM, México.
La industria militar y los conflictos armados representan un factor crítico en la degradación medioambiental, aunque su impacto sigue ausente en los debates climáticos globales. La exclusión de las emisiones militares del Protocolo de Kioto (1992) y la retirada de Estados Unidos de los Acuerdos de París (2015) reflejan la resistencia del sector militar a reducir su huella ecológica. La militarización global, como parte del sistema capitalista, articula una interacción constante entre paz, seguridad y desarrollo, con consecuencias significativas para el medioambiente.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos es la mayor institución consumidora de petróleo, lo que lo convierte en uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, el uso de armamento, la destrucción de ecosistemas, la contaminación por municiones y desechos bélicos, así como la deforestación causada por operaciones militares, generan impactos irreversibles en el planeta.
Las pruebas nucleares y la proliferación de armas de destrucción masiva han liberado enormes cantidades de energía y toxinas en el medio ambiente. La militarización impuesta por las potencias del Norte global acentúa la crisis climática y las emergencias internacionales, afectando especialmente a regiones del Sur Global. Es fundamental integrar la actividad militar en las narrativas ambientales y denunciar su papel en la crisis climática para avanzar hacia una paz sostenible.
Crisis Energética Global: Una Geografía del Riesgo Eléctrico
Mtro. Juan Arellanes Arellanes
Universidad Anáhuac México, México
Elon Musk ha advertido sobre una posible crisis energética global a partir de 2026, provocada por el acelerado crecimiento de la inteligencia artificial, los vehículos eléctricos y los centros de datos. La creciente demanda de electricidad podría saturar las redes eléctricas y generar escasez. Aunque su pronóstico es preocupante, especialmente ante los recientes apagones en Europa, sigue siendo especulativo. Sin embargo, es posible identificar manifestaciones concretas de una crisis eléctrica —no global, pero sí extendida— en todos los continentes. Según datos de ACLED, más de 16,000 eventos de conflicto relacionados con la electricidad han sido registrados en los últimos años. De ellos, el 80 % se concentra en 21 países. Particularmente, once naciones —Pakistán, India, México, Sudáfrica, Irak, Rusia, Venezuela, Líbano, Nigeria, Nepal y Turquía— concentran por sí solas dos terceras partes de los casos. Las formas de conflicto van desde protestas por aumentos de tarifas hasta apagones masivos, pasando por ataques militares contra infraestructuras eléctricas. Estas cifras reflejan una creciente vulnerabilidad eléctrica a escala planetaria.
Fronteras hídricas, migración forzada y violencia estatal. Una lectura desde la escasez del agua y la soberanía en la frontera México-Estados Unidos
Lic. Victor Ilich Cilia Ocampo
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, México
Este trabajo analiza la intersección entre escasez hídrica, migración forzada y violencia estatal en la frontera México-Estados Unidos. La hipótesis central sostiene que la degradación ambiental, especialmente la crisis del agua, actúa como detonante estructural de desplazamientos humanos que, al cruzar límites geopolíticos, activan respuestas violentas por parte del Estado bajo lógicas de seguridad nacional. Retomando a autores como Foucault, Esposito, Mbembe, Benjamin y Althusser, se plantea que la frontera opera como una zona de excepción donde se ejerce tanto la biopolítica como la necropolítica, legitimando la exclusión y la coerción sobre poblaciones migrantes. A través de una lectura institucional y simbólica, se examina cómo la razón de Estado estadounidense articula políticas migratorias que subordinan el respeto a los derechos humanos a la lógica de preservación del orden interno, configurando al migrante como “otro” amenazante y prescindible. El análisis revela que el agua no sólo es un recurso natural, sino una herramienta de poder y negociación interestatal, utilizada incluso como moneda de cambio en tratados como el T-MEC o el de 1944. Así, se propone repensar la migración ambiental como desplazamiento forzado y la violencia estatal como una forma de estructuración del orden global. Finalmente, se plantea la urgencia de transitar de una lógica inmunitaria excluyente a una lógica comunitaria, en la que la migración por causas climáticas sea reconocida como un fenómeno humano legítimo y no criminalizado.
Biopolítica de los megaeventos deportivos del siglo XXI
Mtro. Josué Efraín Herrera Orea
Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco, México
Esta presentación forma parte del desarrollo de la tesis doctoral titulada “La ciudad itinerante y el ecosistema deportivo global del siglo XIX”. Esta tesis platea la hipótesis de que el ecosistema deportivo global se concentra temporalmente en los espacios urbanos que albergan megaeventos deportivos, lo cual genera una gobernanza transitoria, marcada por elementos efímeros, liminales y biopolíticos en la producción de dichos espacios, lo que deriva en la construcción de ciudades itinerantes. En este sentido, se planea compartir el proceso de construcción de un apartado del capítulo teórico-metodológico en el que se toman en cuenta las reflexiones en torno a la biopolítica para explicar la manera en como la reconfiguración del espacio de las ciudades sedes impacta en la cotidianeidad y en la corporalidad de los habitantes y deportistas, alterando temporalmente los mecanismos de control y vigilancia. Al respecto, se toman en cuenta la colaboración de cuerpos multinacionales de policía, las zonas de exclusión, la vigilancia digital de los datos biométricos, los dispositivos sanitarios, la expulsión de personas indeseables para el espectáculo y la constante vigilancia bioquímica de los deportistas a través del combate al dopaje.
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