Similar a su primer mandato, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2024 trastocó las coordenadas de la política mundial. Con un proyecto más ambicioso y no menos agresivo que el de su primera administración, desde el primer momento de su mandato el presidente Trump desplegó una estrategia que generó, de inmediato, impactos múltiples en la economía global, en el comercio y, desde luego, en las relaciones internacionales.
Para el gobierno mexicano, este segundo mandato del presidente Trump nos hizo volver a no solo a los desplantes, descortesías y agravios, sino a un continuo riesgo y amenazas de gravámenes y aranceles para la producción nacional, lo que ha provocado ajustes y reacciones de parte del gobierno mexicano.
La delicada coyuntura por la que atraviesa la relación con Estados Unidos, así como la ausencia de un proyecto sólido de política exterior, plantean enormes interrogantes, entro otras, las que sugieren el imperativo de que México emprenda una ruta de diversificación de sus relaciones internacionales. Diplomáticos y académicos se proponen, en esta mesa, analizar la viabilidad, las posibilidades y tendencia de diversificación de nuestra política exterior.