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Relaciones Internacionales es una ciencia que utiliza como marco referente el Estado-nación y por el cual se han suscitado diversos paradigmas, o problemas, como los denominan Buzan y Little, como el presentismo, el ahistoricismo, el estatocentrismo, la anarcofilia y el anglocentrismo. Asimismo, podríamos agregar que la relación historia-relaciones internacionales se ha visto también problematizada al depender del referente westfaliano de Estado-nación. Por consiguiente, si cambiamos el marco referencial a uno más inclusivo, como lo es la sociedad internacional, podemos rastrear el todo de la experiencia humana en su desarrollo hacia el sistema internacional interdependiente e hiperconectado en el que vivimos hoy y observar temas relevantes como configuración de regiones, globalizaciones tempranas, historias nacionales, y sus valores, como la ética. En esta ponencia intentamos analizar estos temas y su desarrollo histórico con otras lentes, allá del límite impuesto por el paradigma westfaliano, ampliando la perspectiva espacio-tiempo.

Las corrientes teóricas tradicionales de Relaciones Internacionales han negado o han dejado en el margen, la existencia o el papel de los valores éticos en las relaciones intyernacionales. Sin embargo, desde la perspectiva de la Escuela Inglesa de la Teoría de Relaciones Internacionales, sobre todo a partir de la contribución de Hedley Bull, se ha asumido que en la sociedad internacional sí existen valores éticos. El propósito de esta ponencia es dilucidar si esto es cierto y hasta qué punto dichos valores, de existir, enmarcan a la sociedad internacional contemporánea

Las Ciencias Sociales en general y las Relaciones Internacionales en particular tienen un marco de referencia necesario que está dado por las dimensiones del espacio y el tiempo. En ese sentido, todos los hechos sociales son hechos históricos y tienen una dimensión espacial, una forma de espacialización en las Relaciones Internacionales son las regiones del mundo. Sin embargo, muchas veces se invisibiliza esta problemática o, en el mejor de los casos, se trivializa o se enfoca a un fuerte presentismo y a una ausencia de base espacial, intensificada por la idea de la globalidad. Esta presentación pretende hacer relevante la pregunta sobre la dimensión temporal en las Relaciones Internacionales. Por lo general, se remite a la historia, como ciencia auxiliar, como método —para la Sociología Histórica, por ejemplo—, pero los períodos de estudio son breves, se usan como pretexto para explicar el presente y no pasan de ahí. En otro momento, la idea del tiempo global se introdujo como una forma de renovar esta dimensión en nuestra disciplina, pero se convirtió en un instrumento más para estudiar un nuevo objeto, la vivencia del tiempo en una sociedad tecnologizada y convertida en una aldea global. Más recientemente, la propuesta de historia global pretende superar las aparentes limitaciones de las historias nacionales y rastrear las globalizaciones tempranas y los causes que llevan a la globalidad actual. Pretendemos analizar estas tres propuestas y hacer un análisis crítico de ellas.

Esta presentación se basa en la investigación doctoral propia y analiza la existencia de sistemas internacionales en la antigüedad al cambiar el marco referente de Estado-nación por el de sociedad internacional, utilizando el marco metodológico de la Sociología Histórica. Asimismo, hace uso de los más recientes estudios arqueológicos para ampliar la geotemporalidad de Relaciones Internacionales yendo más allá del estatocentrismo y replantearnos la agencia de regiones fuera del centro hegemónico anglocéntrico en la conformación de la estructura profunda del sistema internacional moderno. Esto nos permite revisar de manera crítica el problema de presentismo que permea en nuestra ciencia pero también propone la viabilidad de realizar investigaciones hechas desde casa para la producción de conocimiento y metodología desde el Sur Global. El caso de estudio revisa la forma en que el intercambio y comercio de un bien útil y de prestigio como la obsidiana fue la variable suficiente y necesaria para la configuración de Mesoamérica como un sistema internacional ya que las primeras unidades políticas autónomas (UPA) se conformaron cerca o a lo largo de las rutas de intercambio y comercio de este bien. Aun cuando muchas de estas UPA presentaron elementos similares en su cultura u organización política, al ser autónomas tuvieron que crear y establecer protocolos diplomáticos y procesos jurídicos para mantener relaciones consuetudinarias de comercio e intercambio que duraron a lo largo de todo el marco geotemporal mesoamericano.