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La emergencia sanitaria que se vivió globalmente desde el 2019 mostró la vulnerabilidad de las naciones al enfrentar riesgos de esta naturaleza, así como la posibilidad de amenazas a la salud pública provenientes del exterior que no siempre pueden ser prevenidas con eficacia, lo que nos hace cuestionar los sistemas de protección implementados por los distintos gobiernos para cuidar de su población. La salud como un tema de seguridad ahora es más claro que nunca, pues los efectos de la pandemia por la que recientemente hemos pasado dejo expuesto lo mal preparados que estaban las naciones para enfrentar las implicaciones económicas, políticas y sociales, así como ahora deben lidiar con las repercusiones sanitarias pos-pandemia, como la agorafobia o diversos problemas emocionales y mentales surgidos con mayor fuerza entre la población. Tomando como marco teórico el pragmatismo estadounidense se analizará el problema de la seguridad sanitaria en un marco global para aplicarlo al caso del Estado de Bienestar estadounidense, señalando el problema de la pobreza como un riesgo que debe ser atendido por las políticas públicas pertinentes con el fin de que no se ponga en peligro la seguridad nacional al no conseguir la soberanía sanitaria necesaria para atender situaciones de emergencia futuras.

La derechización o radicalización hacia el conservadurismo en distintos ámbitos en Estados Unidos de América, lo que ha llevado muchas ocasiones a expresiones supremacistas, tiene diversas explicaciones, una de ellas es el incremento de leyes o políticas tendientes a suprimir el voto de la comunidad negra estadounidense, a partir de la decisión de la Suprema Corte de anular la Sección 4 del la Ley de derechos de votación, en 2013; paradójicamente el año en que se develó la estatua de Rosa Parks en el Capitolio. Ejemplo de esto, han sido leyes restrictivas en Texas, Iowa, Wisconsin, Illinois o Georgia, en donde la redefinición de distritos -entre otras cosas- definieron la gobernatura. De hecho la victoria de Donald Trump, también podría encontrar una de sus explicaciones en esto.

Así pues, el análisis de estas leyes dirigidas a suprimir el voto, podrían ayudarnos a vislumbrar diversos escenarios en la política estadounidense.

La emergencia internacional por la enfermedad de COVID-19, como en muchas otras partes del mundo, en la región fronteriza México - Estados Unidos, puso de manifiesto que la salud, ahora más que en otros tiempos, no epidémicos, por supuesto; es tan importante y apremiante como la seguridad. Y precisamente en consecuencia actuaron ambos países, ya que en todos los niveles socioterritoriales que constituyen esta región, la cooperación transfronteriza no solo dio resultados significativos para el bienestar de las poblaciones de ambos países sino que, al mismo tiempo, develó la existencia de una comunidad de prácticas en materia de salud pública fronteriza. La eficiente colaboración y coordinación entre los distintos actores sociales en gran medida se explica por las relaciones transfronterizas que han sostenido históricamente. Con base en este escenario, el objetivo de esta disertación es presentar algunas reflexiones sobre el balance de dichas acciones de cooperación en la postpandemia.