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De acuerdo con el informe de la OIM de marzo del 2023 titulado International Dialogue on Migration No 34: Overlapping Global Crises: The Impacts of Food Insecurity and Climate Change on Migration and Displacement, la inseguridad alimentaria, la degradación persistente del suelo y la sequía están obligando a las personas a migrar. No todos esos factores son causados por el cambio climático, influye por ejemplo la agricultura intensiva o el agotamiento de mantos freáticos. Dado que la movilidad humana es multifactorial y tomando en cuenta el nuevo marco internacional ¿Cómo se puede probar la existencia de migrantes o desplazados climáticos? ¿Qué perspectivas existen para el litigio climático internacional? Citaremos el ejemplo de países más allá de los estados insulares afectados por la subida del nivel del mar. También apuntaremos a posibles soluciones a la paradoja consistente en que exista una pluralidad de causas de la movilidad humana subsumibles, en ocasiones, bajo el adjetivo unicausal de migración o desplazamiento “climáticos”.

Los economistas convencionales tratan a las externalidades como consecuencias no previstas del proceso de desarrollo, meros daños colaterales de la actividad industrial. Sin embargo, dichas externalidades van más allá de problemas que puedan traducirse en costos monetarios, implican cambios en los patrones de alimentación, afectaciones a la salud y el desplazamiento de poblaciones por el deterioro ambiental. En ese sentido, se requiere visibilizar que la lógica de ganancias a corto plazo, el desvío de poder del estado y la suplantación de la identidad cultural por una ideología consumista, son las responsables de la expulsión de población de sus territorios. Para reconocer estas conexiones, es apremiante deconstruir el concepto de desarrollo. No podemos seguir llamando desarrollo a un paradigma productivo que considera la destrucción de la naturaleza como condición inherente. El actual modelo de desarrollo tiene dos problemas, el primero es que el derecho a consumir está reservado para una élite cada vez más reducida, excluyendo a grandes capas de la población, y, en segundo lugar, tenemos que la producción de estos bienes de consumo a gran escala cada vez es menos compatible con el equilibro ecológico y las dinámicas de reproducción sociocultural que antiguamente habían aprovechado de manera más sustentable los recursos naturales.

El cambio climático (CC) ha estado presente a lo largo de toda la historia humana, no obstante, cada vez el número de personas afectadas por este se incrementa. En la región Centroamericana y México, el CC ha causado migraciones y desaparición de culturas milenarias. En esta investigación se analizan índices de CC regionales y sus posibles consecuencias sobre las migraciones actuales al afectarse los cultivos que normalmente se desarrollan en dichas zonas. Los resultados indican que los índices de CC de temperatura tienen una tendencia a incrementarse, mientras que los de lluvias a decrementar. Asimismo, los cultivos adaptados a las condiciones locales se han visto afectados y esto a su vez se correlaciona con migraciones de la región. Se concluye que, de no tomarse acciones para mitigar y adquirir resiliencia al CC, México seguirá sufriendo crisis migratorias debidas al CC.